domingo, 3 de marzo de 2013

Vueltas y vueltas, rodando y rodando

--¿Cuándo fue la última vez que tus oídos escucharon?
Me acuerdo oír las palabras de conversaciones perdidas
y recuerdo volver a ver cuando oí apagarse varias vidas...
Escuché la última vez cuando mis ojos lloraron.

-- ¿Cuándo fue la última vez que tus ojos lloraron?
No fue cuando vi miradas de desesperación o de dolor,
tampoco lo provocó haber recordado todo con aquel olor...
Lloré cuando hacia mis adentros mis ojos observaron.

-- ¿Cuándo fue la última vez que sonreiste alegremente?
Recuerdo reirme mientras recorría la finca de mi abuelo,
carcajearme por horas jugando con nieve y con hielo...
Pero sonreí cuando escuché mis palabras realmente.

-- ¿Cuándo fue que realmente hablaste?
Me encontré solo y me sentía abandonado,
había desilusión y rencor, me había olvidado...
Fue tan silencioso, como si el estruendo gritase.

-- Y ¿cómo suena un silencioso estruendo gritar?
Igual que el eco en un lugar deshabitado,
tan fuerte y tan duro como un suspiro susurrado,
tan suave y tan débil como una mente atormentada...

Suena como una conversación que nunca ocurre,
ensordece tanto como cuando el universo pide balance,
es aquel grito que sólo a los oídos propios tiene alcance...





No hay comentarios.: