viernes, 19 de abril de 2013

Yo me tomo una cerveza

Pasarían cientos de minutos y horas,
convertiríanse en meses despierto,
plasmando en unas cuantas palabras
millones de segundos de sentimientos.

Sin avisar a pesar de estar informados
una noche dormido lo encontramos,
con su cabeza inclinada a medio lado
y su cuerpo totalmente relajado.

Me contaba historias parecidas a cuentos,
tan increíbles y reales como la vida es,
me narraba su vida a pedazos cortos,
y yo las repasaba en mi mente después.

Descalzo hasta los ocho, cargaba sacos
para ganarse unos reales y comer,
sacando fuerzas estando cansado,
volver a casa y ver la vida llover.

Terminó el quinto grado y no siguió más,
prosiguió a hacer de cantinero,
bodeguero, hasta ser ingeniero,
tal vez se de cuenta lo grande que era, quizás.

Hoy cuando recuerdo me enojo
porque ya no está aquí con nosotros bromeando,
entiendo que es un  simple antojo
poder tener un rato más con él hablando.

Es hoy que me doy cuenta de su filosofía,
siempre mantuvo una linda sonrisa,
era como si su vida siempre fuese una poesía,
narrada por una musa, por una poetisa.

Yo me tomo una cerveza,
por el macho de azules ojos,
por su rareza y gentileza,
por las alegrías, las tristezas y los enojos,


Salud por su grandeza!

No hay comentarios.: