Forjado e incandescente
ardiendo con deseo,
añora sentir infinitamente
brillantes sensaciones en apogeo.
Rojo encendido, rojo quemante,
arde bajo mi piel encarcelante,
batiendo al ritmo embriagante
desea salir y gritar, triunfante.
Memorias negras que intimidaban,
vencidas bajo un rayo de esperanza,
en un profundo mar se ahogaban,
mis lágrimas, dándome templanza.
Sumido en un valle de negras piedras,
las montañas caen derrumbadas,
los tatuajes del olvido cuales hiedras,
con agua salada de mi alma lavadas.
Incandescente, ardiendo con deseo,
mi corazón naciendo de nuevo.
28-VII-2008
2 comentarios:
Se me hacía tarde, ya me iba,
siempre se hace tarde en la ciudad,
cuando me di cuenta estaba vivo,
vivo para siempre de verdad.
Y caí que al fin esto es un juego,
todo empieza siempre una vez más.
Y a rodar, y a rodar, y a rodar
y a rodar mi vida... Fito Paez.
Q dicha que volviste a escribir!!
Ya todo vuelve a la normalidad y como dice Fito: "todo empieza siempre una vez mas!"
Me alegra que ya todo esté bien!
Buen poema por cierto...
:) entonces creo que entiendo como te sentís...
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