Entre negros barrotes se encontraba,
de sal concentraciones especificaba.
Escapó de la prisión y encontró su camino,
cumplió su misión y bajó a su destino.
Tierras sonrojadas recorrió
y a otras de su especie encontró.
Después que los fríos aires cruzó,
sobre una carta se estancó.
Manchó el papel y de tinta se llenó.
“¡Cuánto desastre!” y de cólera el papel arrugó.
Cuando él lloraba una lágrima escapó,
bajó por su mejilla y después cayó.
Él lloraba a su amada por la carta que le dio,
él moría poco a poco; Su lágrima reveló.
Y ésta lágrima callada la carta arruinó...
Y sin poder, él nunca respondió.
viernes, 2 de mayo de 2008
He cried
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