miércoles, 22 de octubre de 2008

...Le sept octobre...


Ni el sol se pudo imaginar,
que ese día casi al terminar,
un gran cambio iba a forjar,
y la luna lo iba a presentar.

Día de cien años de guerra,
día de misioneros de caridad,
día de muerte de poetas,
día de cambios de claridad.

Dos almas ciegas hablaron,
buscando una respuesta,
con luz los dos se toparon,
Dios celebró con orquesta.

Ni el sol si pudo imaginar,
que Dios había preparado,
bendiciones sin limitar,
a quienes le han honrado.

Dos vendajes muertos en el suelo,
cuatro ojos brillando de alegria,
dos almas aprendiendo con anhelo,
siete de octubre... no olvidaré ese día.

1 comentario:

Anónimo dijo...

7 de Octubre, definitivamente un día que recordar